Si partimos del punto, en el que el erotismo es promovido por las emociones, la imaginación y el impulso natural más íntimo de cada persona, podemos decir que el romance es una partes importantes, para que esto cobre vida propia.
Así es como me considero, una fan del erotismo en todo su esplendor, desde la seducción más sensual y la pasión desbordada, hasta esa dulce caricia que te eriza la piel o el tierno beso que recorre tus venas.
Tan romántica como erótica si me dejas, aunque directa y perversa si me lo planteo.
No soy fácil de conocer, ya que mi parte romántica no se basa en detalles tangibles, sino en gestos sinceros. Puedo cometer errores y ser víctima de algún acto falso, nadie es perfecto, aunque mi reacción no es silenciosa, menos todavía un acto de mala fe o escena de disputa.
Me gustan las verdades directas y sin adornos, después lo tomo o lo dejo, según me apetezca.
Si eres noble, no te da miedo ser un buen amante, romántico y dedicado, tienes seguridad en ti mismo, no huyes fácilmente y te atreves a derrumbar muros de hielo, en ese caso, quizá entiendas a esta escritora. En mi opinión, el erotismo y el romanticismo van de la mano, para que la pasión sea magnánima.
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