
Hay quien me ve como alguien cariñosa e insegura, para otros soy distante y demasiado tajante, pero en realidad no es sencillo llegar a conocerme bien.
La razón de que haya tanta controversia no es por ser cambiante ni falsa, la principal causa es la gente que me rodea, ya que muchos, realmente, no quieren conocer a la verdadera persona que se esconde detrás de esta apariencia.
Algunos me consideran un reto, y unos pocos llegan a demostrar una pequeña curiosidad por alguna de mis facetas, que les ha llamado la atención.
Soy de las que opinan, que si quieres conservar a tu lado a alguien, mantenlo alejado.
Parece absurdo e incoherente, pero no lo es. Mientras todo va bien, las relaciones son maravillosas, los amigos alucinantes y los conocidos, emocionantes. Sin embargo, no todos los días son bonitos ni brilla el sol. Cuando los nubarrones asoman, muchos huyen, y en plena tormenta, es muy fácil quedarse solo. Esto es una realidad, con la que he aprendido a convivir, ya que la solución no es cambiar yo, es encontrar a esas personas que quieran compartir conmigo su paraguas en plena lluvia, que naveguen en la misma dirección que yo cuando hay grandes temporales, o que estén dispuestos a saltar de mi mano cuando me encuentre ante un precipicio.
Me considero una persona con las ideas bastante claras, aunque flexible, que persigue sus decisiones y no se rinde con facilidad, optimista, alegre, cariñosa y muy leal. No obstante, no es oro todo lo que reluce, también soy directa, sincera y tajante, cuando me preguntan, así que, en caso de que no quieras saber, no preguntes.
En mis novelas hay mucho y nada, sobre mi. Está mi esencia, mis pensamientos y mis palabras, ante lo que opino de como debería ser la vida. No estoy yo, ni mis decisiones o forma de actuar, tampoco desvelo mis gustos personales, fetiches o tendencias sexuales. Todas estas características me las guardo para mi intimidad y para aquellos que, de verdad, quieran descubrirlo y sufrirlo a mi lado.
Añadir comentario
Comentarios