Calidad Vs Cantidad

Como norma general, es común escuchar, a aquellos que nos rodean, que prefieren calidad a cantidad, pero ¿es así como sucede?

En  mi opinión, no podemos recibir calidad, si nosotros mismos no la ofrecemos. Y ahora viene cuando mucha gente me responde que sí ofrece y no recibe. Pues bien, esta vez voy a intentar que replantees esta situación, medites sobre ello y vuelvas a responder con sinceridad. Tras leer la siguiente reflexión, te invito a dejar un comentario al respecto.

Después está esa gente que piensa que la calidad sin cantidad no existe. Y es por eso que antes de ofrecerte unas palabras, para que te plantees bien esta situación, te contaré una anécdota.

Pongo un caso real, que me contó un amigo tras tener una cita “espectacular” con una chica. Quedaron, tomaron algo, charlaron y conectaron. Hasta aquí genial y es por eso que continuaron su encuentro pasando la noche juntos, donde cayeron tres o cuatro buenos polvos, en los que ambos llegaron al orgasmo en cada uno de ellos. Según mi amigo, fue una noche brutal y regresó a casa habiendo dormido poco, pero feliz de haber conectado con esta chica. Tras varios mensajes posteriores a esta noche, le confiesa que no ha sido nada del otro mundo, que ha sido del montón y que la próxima espera que de cinco o seis polvos no baje, pues de lo contrario, no se queda saciada. Os podéis imaginar como se queda él, que opinaba todo lo contrario, que había sido una excelente noche. A esto, la chica en cuestión, le añade un consejo, que más le vale ponerse las pilas, ya que todas las chicas somos así, multiorgásmicas y con capacidad de correrse entre seis y diez veces en una noche.

¿Perdón? ¿Alguna otra mujer piensa igual? ¿soy la única que opina que, esta generalización, está llena de prepotencia, falsedad y puede afectar, de forma negativa, a otras mujeres con dificultad para llegar al orgasmo? Por que sí, las hay y no son pocas. Si no te has encontrado con ninguna así, te acompaño en el sentimiento, pues no sabrás lo que es currárselo de verdad. Lo costoso no es llevar a una mujer multiorgásmica al clímax, diez veces en una noche, lo realmente agotador y un verdadero reto, es hacer que una mujer de difícil orgasmo se corra dos veces en una misma noche. Tres veces, ya es para sentirte empoderado de verdad.

Y con esto, podrás empezar a entender a qué me refiero cuando hablo de calidad, ya que, lo realmente importante no es el numero de orgasmos, sino que ambos se sientan sumamente saciados y con una inmensa sonrisa en el rostro, por haber conectado de una forma tan brutal que, la próxima vez que se vean, sus cuerpos se recuerden y enciendan en combustión espontánea, con solo una mirada. ¿Te ha pasado con alguien? Eso sí es una buena experiencia en la cama.

Cuando hablo de calidad, no hablo de cuanto dura firme, el tiempo que se emplee follando o el número de orgasmos, es algo más intenso, esa sensación de satisfacción, de haber estado en un subidón tan extremo, como el que se puede sentir al saltar al vacío. Todo lo demás es diversión, morbo, explosiones de placer y activación de la oxitocina, serotonina, prolactina y DHEA, ideales para mantener un estado de salud y felicidad óptimos.

Ahora que ya está claro que follar es saludable, solo falta que lo hagas bien. Esto se consigue conectando con la otra persona, u otras, preocupándote de lo que necesita, le gusta y, sobre todo, le desagrada. La calidad no depende de nivel sonoro del gemido, la cantidad de orgasmos o del volumen acuoso del squirt, la mejor señal para saber si, la otra persona, ha disfrutado del encuentro, a parte de una buena conversación sincera, es que quiera repetir, responda con ilusión a tus mensajes y te busque para volver a veros.

Otro dilema es, el antes, cómo llego a esto. Dependerá de cada uno, aunque por regla general, para conseguir una calidad perfecta, juega un papel muy importante, las conversaciones y/o encuentros anteriores, donde ambos se conocen y confiesan sus fantasías, gustos o anécdotas pasadas. Ofrecer interés, tiempo y demostrar que hay deseo, por parte de ambos, es muy importante para una cita de calidad. Poner dificultades para verse, aplazar el momento de conversar, no responder a los mensajes en muchas horas o, incluso días, puede afectar a que la otra persona pierda interés y, por tanto, el encuentro no sea todo lo bueno que podría ser.

Esto también se puede adaptar a esa situación en la que uno se interesa por muchas personas diferentes, muy común en el mundo liberal, donde no hay una exclusividad y se mantienen diversas relaciones a la vez. En el caso de las parejas estables, es normal que, fuera de esta, busquen solo diversión y morbo, pues la conexión y calidad, se tiene en casa. Sin embargo, en el caso de solteros liberales, es común caer en este error, de no cuidar suficiente a sus relaciones, pensar de forma egoísta en sus intereses y no sincerarse con los demás, con el razonamiento de «Es mi vida, mis preocupaciones y a nadie le importa.» o «No me interesan los problemas de los demás», «No busco una relación estable, solo diversión», «No tengo tiempo para tonterías», o la que más me gusta «No quiero que te enamores o enamorarme, por eso es mejor mantener las distancias».

En mi opinión, todo esto son memeces. Enamorarse no depende del tiempo que se emplee con la otra persona, o de lo mucho que conectéis. Es fácil llegar a sentir algo por esa persona, con la que compartes intimidad, no obstante, lo único peligroso de esto, es que os entendáis mejor y disfrutéis mucho más. El tema de enamorarse o querer dar un  paso más allá, escapa a cualquier entendimiento y dependerá de cada persona. Lo único que se debe tener en cuenta es que ese tiempo de calidad que se comparte, no es la realidad, es solo una versión optimista, una ilusión engañosa de lo que podría llegar a ser la relación estable con esa persona, un enamoramiento temporal de una situación perfecta. Solo conociendo en todos los sentidos a esa persona, en el día a día, puedes valorar si es tu compañero ideal, o no, así que no te cases a la primera de cambio, la realidad puede ser una gran decepción.

Dicho esto, enamórate sin miedo cada día, déjate llevar y disfruta de esa falsa sensación de felicidad, que te ofrecen los encuentros de máxima calidad.