
Así como mis relatos cortos están creados para seducir, crear morbo y excitar, las novelas que escribo están hechas, también para enamorar y concienciar.
A pesar de tratarse de historias ficticias, son situaciones realistas, con una documentación concienzuda y unos valores positivos, donde el objetivo principal es el equilibrio entre lo prohibido socialmente, el atrevimiento de las relaciones no convencionales, la libertad de los deseos ocultos y la conexión de personas que comparten mucho más que sexo.
Mientras encontramos novelas de otras escritoras, basadas en documentación e imaginación, sin contrastar la información recibida, aquí te ofrezco mucho más de lo que una mente tradicional es capaz de entender y digerir.
Es por eso que te cuento con más detalle de que pasta están hechas mis novelas.
Criticas y prejuicios
En la mayoría de novelas encontramos historias comerciales, donde las fantasías socialmente correctas y aceptadas nutren cada situación, unas mejor contadas que otras. Esto está bien si eres una persona que vive según las normas tradicionales, monógamas y convencionales. Sin embargo, hay un porcentaje altísimo de personas que desean algo más, algunos lo tienen claro, puedan o no disfrutar de ello, por su situación personal, otras en cambio desconocen el motivo de sus fracasos emocionales y siguen disfrutando de la vida, a través de las experiencias de otros. Es por esto, que este tipo de novelas son las más vendidas, carecen de riesgo alguno y con el punto justo de fantasía erótica, para fantasear desde la comodidad de un sofá.
En cambio, a mí me mueve la lucha por eliminar los prejuicios y disminuir las críticas, promovidas por los falsos mitos y la información sexual censurada, como si de un delito se tratase. Y sí, a mí también me han capado publicaciones por el hecho de mencionar la palabra “sexo”. Como se puede ver, lo único que han conseguido es despertar en mí, más ganas por divulgar sobre esas prácticas tabú y mal vistas.
Normalizar la sexualidad
En un entorno, donde la palabra “sexo” hay que pronunciarla con la boca pequeña, imagina los conceptos “orgía”, “ sexualidad liberal”, “follar en público”, “club de intercambio”, “BDSM”...
La falta de información hace que, en boca de una persona tradicional y sin conocimiento sobre el estilo de vida swinger, estas prácticas parezcan aberraciones vividas por gente mentalmente inestable.
Cada una de mis novelas trata estas experiencias, con total normalidad, de manera natural y sin prejuicios, mostrando que cualquiera de un entorno habitual, ya sea un compañero de trabajo, vecino, amigo o familiar, puede tener esta forma de pensar más abierta, sin que los de su entorno lo detecten. Cuento la situación de personas, con una intimidad no convencional, sin límites, donde lo primordial es disfrutar de todos los deseos y fantasías sexuales, sin miedo y con mucho respeto.
Seducción real
Otras novelas eróticas son ficción, fantasía, casos puramente imaginarios y que difícilmente se pueden llevar al plano real. Esto gusta mucho, entre un público que defiende la monogamia, mayormente femenino, y tradicional. No obstante, cuando has experimentado situaciones muy morbosas y excitantes, prefieres sentirte identificado con los personajes, adentrarte en sus carnes y quemarte con un fuego real. O quizá avivar la imaginación para después hacerlas realidad. Aquí es cuando mis novelas te cuentan, cómo personas, iguales a ti, han experimentado esa escena, que ya has vivido o deseas realizar.
Mi forma de seducirte es creando un ambiente cálido, una conexión con el lector y una tensión sexual que te atrape y excite. Dejo que, cada sensación, acaricie mi piel y atraviese mis dedos, para que, el receptor, haga suya toda la pasión de los personajes.
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